Quiero saber de ti.
Pasan años, parecen vidas
y te mantengo al tanto
sin embargo.
Que sí,
que sigo viva.
Que aveces te pienso
y me lo sigo preguntando.
Que no,
que aún no me he enamorado,
y nada tiene significado.
Que no recuerdo si contigo lo tenía.
Y si en realidad no fue tan malo?
Tal vez lo estoy idolatrando
Y si esta vez pongo los límites?
Te irías todavía?
Trabajaste aquello que me molestaba?
Aprendiste a escuchar y a ser empático?
Que yo sí que he trabajado y que he aprendido
bueno… tal vez aún me hace falta.
Pero tú también me faltas.
Y no sé si lo logre, si me tome toda la vida.
Tal vez me vuelva blandita
como tu boca cuando llorabas.
Y yo sé que estás bien,
y que todo ha tomado otro camino.
Que nos estamos comiendo el mundo
cada loco de su lado.
Más no encuentro otro atardecer
como el que reflejaba tu mirada,
ni un cuerpo que encaje tan bien
como lo hacía el tuyo con el mío.
Yo quisiera encontrar a alguien nuevo,
con quien no fuera tan difícil.
Pero los recuerdos estorban
despintando cada nuevo atardecer.
Y no importa mercurio.
Pero cuando se pone retrógrado
quisiera hablarte y pedirte
que (me) regreses.
Que te lleves todo el miedo y la amargura,
devolverte todo lo que estorba.
Mas no quiero olvidar lo bueno.
Si lo dejo, a qué me aferro?
Tengo que soltar, soltarte y soltarme
Pero… qué pasaría si nos vemos?
Tal vez todo se acabe
Si nos vemos un mercurio de estos.