El Vacío

Me pediste tiempo,

dijiste que volverías.

Y tantas veces amenazaste con regresar

sin regresar del todo.

 

Y te esperé,

detenida en el crudo invierno,

repleta de dudas y tantas palabras,

que no dije, que no escuché;

 

Ahogándome en la lluvia de enero,

intentando detener el tiempo.

Pero éste, siempre sigue

sin empatía alguna.

 

Y pasó, como todo pasa,

Tuve que aprender a despertar

sin sentir un hueco en la cama,

a entender que hay veces

que es mejor dormir en soledad.

 

Mis ojos se abrieron, y el mundo

seguía de colores, seguía igual.

Y me encontré riendo,

desempolvando antiguos sueños,

caminando hacia ellos.

 

Pasó más y más tiempo,

y me descubrí bailando

melodías alegres en mi cabeza,

cantando sin vergüenza,

escribiendo sin miedo.

 

En medio del discurso mudo de tu ausencia,

conversé conmigo misma

volví a escucharme, a entenderme

y recordé cuánto disfruto

del silencio y la soledad.

 

Me miré en el espejo, viejo cómplice,

me vi guapa, sonriendo, feliz.

Y fue ahí que lo entendí,

no importaba si volvías, ya no te esperaba.

 

El vacío que dejaste…

…Lo llené de mí.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s