Hoy murió
ese hombre grande y fuerte
a quién seguía ciegamente
por quien daba hasta la vida
el que estaría ahí por siempre
Hoy murió
mi deseo de tenerte
la fe de convencerte
lo que creía que conocía
y mis ganas de quererte
Hoy te has muerto
en mi mente y en mi alma
en mi pasado y mi presente
de ti no quedan rastros
ni en la realidad
ni en mi vano intento
de relatividad
Y como el árbol que creció alto
de ilusiones y mentiras
Sin encontrar raíces firmes
Cae al suelo sin vida
y así muerta, caigo yo
Renunciar a ti
será lo más pesado
no quisiera, me has obligado
a soltar tantos sueños
a soltarte a ti
La superficie hundió
la profundidad de lo nuestro
ganó lo vano, lo incierto
y en lo profundo me quedo sola
Como aprendí a vivir
como siempre he estado
como me enseñaste
a no quererte, a no buscarte
Y sin ti, sin la esperanza
con tu muerte en mis adentros
no mueres solo, te acompaño
Hoy muero también yo